Nunca es tarde...

La vida... ese largo y duro camino lleno de algunas alegrías y sobre todo tristezas, las cuales se materializan en piedras, muchas piedras, piedras que nos harán caernos y volvernos a caer una y mil veces, pero nosotros debemos ser fuertes y aprender a vivir con ellas y a levantarnos después de cada caída.

Todo en esta vida es duro, difícil, incierto y cambiante, y precisamente porque es cambiante debemos saber que después de la tormenta siempre sale el sol.

Cuando lo pasamos mal creemos que todo es imposible, que no vamos a poder soportar todo lo que nos pasa, que la vida se ha ensañado con nosotros, que no merecemos lo que nos pasa... y si, puede ser cierto todo esto, pero no podemos rendirnos, siempre hay que luchar por lo que queremos aunque parezca algo incierto e inalcanzable y esperar ese momento con fe, único sentimiento al que podemos aferrarnos en los malos momentos.

Dicen que todo el mundo debe tener algo que hacer, alguien a quien amar, un sueño que cumplir y alguna cosa que esperar; esta es la ética de la vida y debemos aceptarla como venga con sus alegrías y tristezas, con los miedos que conlleve... Tengamos siempre en cuenta que si todo fuese fácil la vida seria muy aburrida, carecería de sentido y no aprenderíamos nada. Por desgracia algo tan difícil como la vida no viene con libro de instrucciones y los seres humanos somos muy imperfectos.

Es normal que a lo largo de nuestra vida sintamos miedo, miedo por no poder conseguir lo que queremos, por perder a la persona que amamos, por fracasar en algún aspecto en general; pero debemos afrontar ese miedo y luchar, luchar siempre y no rendirnos nunca por duro que sea todo, por muy mal que salgan las cosas pierde mas el que no lucha e intenta, pues fracasar por haber intentado no es perder, del fracaso también se aprende. Nunca debemos dejar que nuestros miedos sean mas fuertes que nuestros sueños.
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Porque nunca es tarde, el tiempo solo se acaba cuando termina la vida, hasta ese momento siempre existe una posibilidad aunque sea mínima y remota de conseguir eso que tanto anhelamos, de conseguir la felicidad, el único camino de la vida, porque sufrir no es vivir; pero debemos aceptarlo porque forma parte de ella.